30 de mayo de 2010
NADA ES IRROMPIBLE EN LA VIDA PERO SE PUEDE REPARAR
Nada dura para siempre, todo absolutamente todo se puede romper si no ponemos cuidado en evitarlo.
Todo, incluso las relaciones y el amor se puede romper. Por eso siempre estamos temiendo perder algo, por eso a veces sentimos una punzada en el corazón que nos alerta de un problema… Debemos ser luchadoras, poner todas nuestras fuerzas en preservar lo que amamos, evitar que se rompa…
Debemos luchar por nuestros ideales y no abrir la puerta para que se marche sin más.
Algunas cosas que pueden romperse:
La relación con Dios, si no estás firmemente convencida que crees en Dios y de que todo lo que te atormenta no se va a solucionar, pierdes la fe. La fe es la esperanza que hace que cada día nos levantemos y estemos dispuestas a luchar por lo que creemos. Hay quien nunca ha tenido relación con Dios, pero quienes la han tenido y la pierden suelen acabar sintiendo un vacío en su interior.
La relacion con los padres, no es fácil comprender a los mayores y estar con ellos, pero llega un momento que debes llenarte de amor y tratar a tus padres como ellos te trataron cuando eras una niña, es tu deber y promesa de cuidarlos. No debes permitir que se rompa ese lazo de amor que debe haber en la familia.
Quizás tus padres o hermanos no sean perfectos y muchas veces te hagan rabiar, pero son tu familia, así tal cual son. Hay que mantener ese amor con ellos, mimarles y hasta aguantar las veces que no somos comprendidas. Mantener unida a la familia debe ser prioritario, pues de lo contrario cuando se van de nuestras vidas el sentido de la culpabilidad no nos dejará en paz por no haber sido buenos hijos.
La relación con los amigos, muchas veces los amigos nos tratan con dureza, incluso nos dañan con sus comentarios ofensivos, pero hay que saber perdonar y hablar con ellos, tratar de hacerles ver que las cosas no son así. Si lo haces con amor y paz hasta el más duro se ablandará con tu sonrisa y tu sinceridad. Incluso el acero se rompe, piensa que muchas veces esas personas sólo hablan mal a modo de escudarse, no saben tener amigos. A quien te ofende enséñale con amabilidad que sí es posible salvar la relación de amistad y cariño que un día había entre los dos, de este modo también le estás enseñando a ser un buen amigo, lo cual es algo que agradecerá mucho.
La relación de pareja. La relaciones del corazón, este órgano que nos mueve la vida, los sentimientos, la que hace aflorar lo mejor y lo peor de nosotras… este corazón que se acelera, cuando algo nos duele o sientes que dejará de latir cuando sufres, hasta sientes que se te paraliza que vas a sufrir de un infarto cuando la angustia se apodera de ti, el corazón tiene vida propia y se manda solo, muchas veces no hacemos nada y nos hace sentir los seres más especiales, otros días son miserables. El corazón es nuestro motor, donde se esconden todas nuestras emociones. Ya sabemos que es difícil olvidar lo que tanto mal nos ha hecho, pero debemos aprender a vivir con las cicatrices del amor.
Hasta nuestro corazón lo podemos reparar si se rompe, sólo hay que darle tiempo.
¡La reparación es posible!
Siempre podremos recuperarnos de todo, incluso en los peores momentos de quiebre tenemos la capacidad de volver a comenzar de nuevo, aunque sea con muletas hasta que podamos salir adelante de las rupturas a las que cada día estamos expuestas, podemos recuperarnos.
Nuestro cuerpo sólo muere cuando llega la muerte, es lo único que nos puede detener en la vida, pero por lo demás, todo tiene salida si estamos dispuestas a darnos una oportunidad de volver a creer y confiar. Todo se puede romper, todo menos nuestra capacidad de querer rehacer lo que se ha roto, en nuestras manos siempre está el buscar una solución, el encontrar un modo de reparar el daño que se ha producido.
Aprende a recuperarte y recuerda que nada es irrompible, dentro de ti está la capacidad para revertir las situaciones difíciles de la vida.
Es verdad nada es irrompible, pero está dentro de nosotras mismas la capacidad de proteger lo que amamos para que no se rompa (porque no todo se rompe) y la capacidad de reparar, volver armar las piezas y no dejarse vencer por lo más fácil. Lo más fácil muchas veces es dejar ir lo que podríamos tener a nuestro lado para ser felices; merece el esfuerzo de intentar recuperar y reparar los daños que nos hacemos unos a otros. Somos como la costurera que remienda todo en nuestra vida y nuestro hogar. Sin embargo, muchas veces estamos a punto de tirar a la basura algo que sólo se rasgó o agrietó y que tendría reparación si sacáramos una aguja e hilo y cosiéramos con amor. .
Por algo somos mujeres, somos y damos vida ¿por qué no vamos a ser capaces de remendar nuestra vida?
Por Shoshan
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