Se acuerdan cuando éramos chiquillos, cuando nos pasábamos el día jugando divertidos, claro que también pasábamos momentos no tan divertidos, cuando nos obligaban a comer, cuando nos hacían regresar a la hora que nuestros padres decían, pero con todo y eso la pasábamos bien, jugábamos, nos divertíamos, nos peleábamos con amiguitos y seguro que alas dos horas volvíamos a estar bien con ellos.
Hoy ya no es así. Nos olvidamos de disfrutar la vida, creímos que la felicidad estaba en cosas que se compraban, en cosas que hasta nos costó mucho trabajo conseguir y hoy que las tenemos no las podemos disfrutar. No sé si te acuerdas tu, que estás leyendo esto, de cuando te compraron tu primer juguete, los primeros tenis, lo feliz que eras y hoy tienes 10 pares de tenis y en lugar de juguetes tienes hijos o sobrinos que son como tus juguetes y no los disfrutas nada.
Que estúpido llegamos a ser, nos olvidamos de disfrutar. La vida nos fue llevando por situaciones especiales, nos fue dando golpecitos, en algunos casos garrotazos, pero estos en lugar de darnos fortaleza, nos hicieron actuar quizá de formas tan inmaduras, que quisimos usar esos golpes para llorar, para dar lastima, para buscar de vuelta que nos sobreproteja alguien, y por no usar esos golpes para crecer, hoy estamos usando la vida para chantajearnos a nosotros mismos, auto castigarnos creyendo que para ser felices hay que sufrir y para merecer hay que pasar por cosas muy complicadas.
Yo estoy convencidísimo de que el derecho a ser felices esta en cada uno de nosotros, a pesar de que, quizá circunstancialmente, tengas que separarte de la persona que creías que te iba a dar felicidad eterna, a pesar de todo, tenemos derecho a disfrutar la vida y eso desgraciadamente todavía muchos no lo entienden.
Creemos que Bozo era el único que podía ser feliz y se nos murió, creemos que solo los príncipes y las princesas pueden ser felices por siempre y ese es un problema socio cultural muy complicado con el que nos educaron, nos lavaron el cerebro de tal manera que nos hicieron creer que nuestra infelicidad era algo lógico.
Cuantos de ustedes suelen ser tan tontos que cuando están bien, cuando viven un momento agradable se preguntan “no me ira a pasar algo”, “no me iré a morir”, “no tendré que pagar esta felicidad con algo” y de seguro te auto castigas y al otro día o ese mismo buscas una discusión con tu pareja, conflicto con tus hijos, cualquier motivo para estar mal porque crees que no te mereces estar bien.
Seguro que podemos hacer algo para estar mejor y les propongo que hagan algo interesante, como por ejemplo no contar problemas personales que ustedes mismos pueden solucionar, no continúen dramatizando las situaciones, a los golpes que te ha tocado vivir hay que buscarles la vuelta para que la mente sea nuestra mejor amiga.
Algunos creen que disfrutar la vida es tener cosas materiales, estar mejor que otro, pero, porque no estar mejor todos los días contigo mismo? Esa es para mí la meta fundamental, buscar todos los días algo que me si va para estar mejor que ayer, pero por eso tenemos que matarnos día a día, tratar de matar nuestras estupideces y darnos cuenta de que tu mente va a tener opciones distintas a las que utilizas cada vez que la vida te pone a prueba. Cuando se te presenta una adversidad, te pones mal, te pones a llorar, te deprimes, esas son opciones que tiene tu mente, te lo puedo asegurar y están a tu alcance.
Leonardo Stemberg
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