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15 de noviembre de 2013

LOS SECRETOS DE LOS MESEROS QUE USTED NO SABE

¿Qué le dirían más de una decena de meseros si pudieran romper las reglas del restaurante?
Para empezar, cuándo es la mejor hora para salir a comer, la sugerencia de lo que no debe pedir, lo que realmente pasa detrás de las puertas de la cocina y lo que piensan de usted y sus propinas. ¡Conoce las confesiones de un grupo de meseros que definitivamente no encontrarás en ningún menú!
Lo que nunca sabrás
- Algún empresario inventó alguna vez el eufemismo “menú ejecutivo” que sirve para darle un mejor sonido a lo que siempre hemos conocido como “menú económico”, pero son básicamente la misma cosa.
- Cuando un comensal se pone pesado, nunca te reirás en su cara, pero después va a ser el hazmerreír detrás de la barra.
- No se nos permite decirles a nuestros comensales que un plato no nos gusta. Así que si se le pregunta al mozo por él, puede que salga airoso diciendo: “Es uno de nuestros platos más populares”.
- Si alguien pregunta cuántas calorías tiene ese plato, jamás voy a decírselo, incluso aunque lo supiera. Supongo que le respondería: “Esa información está disponible en Internet”.
Lo que debe saber sobre propinas
- Alguien puede irse sin dejar propinas. Lo que no debe hacer es irse sin dejar propinas y volver al día siguiente. La memoria de un buen mesero ¡es infalible!
- Un mesero nunca va a decir “me olvidé de pedir su plato”, sino “la cocina está demorada”. Después va a ir a hablar con el cocinero y le va a pedir el plato en cuestión en tiempo récord. El cocinero le va a decir que sí, pero es probable que se quede con la mitad de la propina de la mesa.
- A veces no hay propina que alcance cuando usted estuvo toda la noche molestando a la mesera.
- A un comensal le importa que lo trate bien, pero termina de cautivarlo que sea cariñoso con sus hijos. Ese es el secreto de una buena propina.
- Durante las primeras horas de cualquier fiesta de bodas, ya se sabe quién es el tipo que para la medianoche va a estar completamente borracho. Hay que tratar de mantenerse cerca de él, el alcohol afloja las propinas.
- Siempre es mejor que espere su cambio y que de ahí aparte la propina. No a todos los meseros les suena bien la frase: “Quédese con el cambio”.
- En Navidad, cuando la gente me pregunta qué hago aquí trabajando, suelo decir: “Mi hermana está en el hospital. Celebraremos cuando salga”. Después, las propinas escalan.
- Cuando alguien está con una mujer que no es su esposa, eso es muy bueno para nuestras propinas. Él sabe que nosotros sabemos que ella no es su esposa.
Lo que queremos que sepa
- Un mesero dice “ya estamos cerrando” cuando faltan dos horas. “Está cerrado” cuando todavía falta una. Para el mesero de trasnoche la sobremesa es el peor enemigo.
- No llegue sobre la hora de cierre. Nadie que está pensando en irse a su casa lo va a atender con ganas si su primer plato se pide diez minutos antes de cerrar la caja.
- Si por casualidad un mesero dice que esta noche hacen “tronco”, no es que vaya a comer madera, sino que al final se repartirán el total de las propinas en partes iguales, incluyendo a los cocineros y lavaplatos.
- El ticket de la caja o un plato de la carta: si el mesero le dice “va a tardar” es algo que no quiere que pida.
- Nunca vi a nadie haciéndole algo a los alimentos, pero sí meseros enojados haciéndoles jugarretas al comensal. Si usted no le cayó bien, le puede hacer pasar un papelón frente a su nuevo socio, volviendo con su tarjeta de crédito y diciéndole: “¿No tiene otra tarjeta, señor? Esta no tiene fondos disponibles”.
- Nunca pregunte si el pescado es fresco. Para una pregunta tan ingenua como esa, hay siempre una única respuesta.
- No cambie de lugar. El mesero trabaja con tres datos: pedido, cara y ubicación en la mesa. Y a ninguno le gusta que alteren el orden de su trabajo.
- Contra lo que mucha gente cree, pedir que le envuelvan lo que sobra para llevárselo a su casa es algo que cae muy simpático en la cocina. La cena no debe haber estado tan mal, ¿eh?
- Cuando vaya al baño, no se detenga a espiar la cocina. Es como meterse en el vestuario de chicas.
- Si su mesero no aparece y va enojado hasta la caja a protestar, cuando vuelva, algo se habrá roto para siempre entre ustedes.
- Si hay un problema con su plato, no olvide que el mesero es quien lo lleva y lo trae, no quien lo prepara.
- Comer en un restaurante es, básicamente, un acto de confianza. Y siempre conviene ver en dónde uno deposita su confianza.

LA CUENTA, POR FAVOR
Los estudios indican que los meseros pueden aumentar sus propinas si:
- Tocan levemente al cliente.
- Se acuclillan al lado de la mesa.
- Se presentan con su nombre.
- Y, aunque suene increíble, dibujan una carita sonriente en la cuenta.

¿CÓMO MEMORIZAN TODO?
Te has preguntado: ¿Cómo es que los meseros lo memorizan todo? La táctica que usan es generar un diagrama que une ubicación con cara.
“Si los comensales se cambian de lugar y aun así reparten las bebidas sin equivocarse, es porque la memoria se fija según las caras. Si, en cambio, las deja en el lugar correspondiente, es porque memoriza los lugares. En la mayoría de los casos, se da una estrategia mixta entre lugar y caras.
Fuente: Selecciones

1 comentario:

Mesero Ejecutivo dijo...

meseros y servicios agradece su punto de vista,muy buena imagen

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