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18 de noviembre de 2013

LA TRISTE TRISTEZA FACTORES QUE INFLUYEN EN ELLA


El desorden afectivo estacional, propia del invierno, produce apatía, letargo, etc...




La Tristeza

La tristeza es un sentimiento, es la emoción que sentimos cuando hemos perdido algo importante, cuando nos ha decepcionado algo o cuando ha ocurrido alguna desgracia que nos afecta a nosotros o a otra persona. También, cuando nos sentimos solos, a menudo nos sentimos tristes.

Muchas personas se ven afectadas por la tristeza propia de los meses de invierno. De hecho, algunas de ellas sufren una dolencia denominada desorden afectivo estacional, cuyos síntomas comienzan al final del otoño. Los síntomas más comunes de la melancolía invernal son: falta de energía y letargo; aumento del apetito y aumento de peso (debido a un ansia por consumir hidratos de carbono), apatía sexual y cambios repentinos en el estado de ánimo de la persona, etc. No se conocen las causas, pero es posible que se deba a la reducción de luz natural y las bajas temperaturas propias del invierno.


En el invierno, oscuro la mayor parte del día, el cuerpo produce en mayor cantidad una hormona llamada melatonina, y esto causa adormecimiento. Los centros de control del cerebro, que determinan los cambios de humor y el ritmo diario del organismo, están gobernados en parte por la luz que entra por los ojos. Los niveles del neurotransmisor dopamina aumentan cuando la luz golpea el fondo del ojo. Se piensa que la dopamina mejora la concentración y el estado de alerta, de modo que en los meses oscuros, cuando los niveles de dopamina bajan, se producen el letargo y la falta de energía propios del desorden afectivo estacional. El Desorden Afectivo Estacional afecta a más o menos medio millón de personas cada año en el Reino Unido solamente, entre los meses de septiembre y abril, aunque los meses de sufrimiento más intenso suelen ser diciembre, enero y febrero.

Un estudio realizado en La Laguna (España) muestra que los adolescentes y los adultos perciben la tristeza más frecuentemente que los niños, siendo los adolescentes los que lo sufren con mayor intensidad. Para los adultos, la tristeza suele estar acompañada con problemas familiares, mientras que en los adolescentes se debe a conflictos con los padres o amigos. En los niños, así como en los adolescentes, se asocia casi exclusivamente con la muerte.

Otros de los factores que inciden inversamente en la tristeza es la autoestima, como la percepción y sentimientos de valor que el sujeto mantiene de manera acostumbrada en relación a sí mismo. El sentir que se está marginado también conlleva una sensación de tristeza.

Depresión
Cuando la tristeza dura mucho tiempo, es demasiado intensa e impide que una persona disfrute de las cosas buenas de la vida, se denomina depresión. Por lo tanto, la severidad, la duración y la presencia de otros síntomas son lo que diferencian la depresión clínica de la tristeza. Puede presentar variados síntomas, amén del sentirse mal, que pueden ser además paradójicos, incluyendo insomnio pero también la necesidad de permanecer en cama todo el día, la falta de apetito, pero también el comer demasiado e incluso dolores y molestias que parecen producirse sin causa aparente.

La depresión clínica no exime a nadie; no distingue entre sexos, edades, razas, entornos socioeconómicos. Sin embargo, las cifras que componen las estadísticas confirman que las mujeres son dos o tres veces más propensas que los hombres a sufrir de depresión clínica. Una compleja combinación de factores (psicológicos, sociales, ambientales, culturales, hormonales, biológicos y fisiológicos) contribuye a que haya mayor incidencia de depresión entre las mujeres.

En Japón, en los últimos años, los diagnósticos de depresión se han disparado, han aumentado un 43%...

Existen dos tipos de depresión: la exógena, en la que la causa es externa y definida, por ejemplo el dolor por la muerte de un ser querido, una pérdida afectiva o un trauma. La depresión exógena puede tratarse exitosamente con asesoramiento psicológico; y la endógena, en la que no hay una causa o factor externo discernibles, te sientes terriblemente mal y no sabes por qué. Este tipo de depresión puede ser más difícil de tratar ya que puede tener diferentes causas, desde alergias a desequilibrios químicos del organismo.

La depresión también puede deberse, según la doctora Cervera, experta en nutrición, a unos bajos niveles de glucosa, con lo que el cerebro pierde su fuente básica de energía, dando lugar a síntomas y problemas como confusión, angustia, irritabilidad, nerviosismo, agotamiento físico y mental e incluso depresión.

En Japón, entre 1999 y 2003, los casos diagnosticados de depresión han crecido un 46%, consecuencia mayormente de una campaña de los laboratorios GlaxoSmithKline, que, bajo el lema “kokoro no kaze” (resfriado del alma), han logrado convencer a la población de que los pequeños baches de ánimo pueden superarse con pastillas. Los datos son inquietantes y plantean el interrogante de si es que, en efecto, hay más gente deprimida o, sencillamente, lo que está creciendo es la gente diagnosticada.

Los ácidos grasos Omega 3, además de mejorar la sinapsis neuronal, combaten la tristeza...

Remedios Naturales

Como se ha mencionado, una de las posibles causas de la tristeza es la ausencia de melatonina, por lo que una mayor exposición a la luz solar. En la terapia de luz se usa un cubículo con luz suficientemente poderosa como para imitar los efectos del sol. Las personas que sufren este tipo de depresión también pueden beneficiarse de pasar tiempo al aire libre en la luz natural. El tratamiento puede incluir también medicación antidepresiva y terapia psicológica.

La serotonina es otra es una sustancia, que actúa sobre todo como neurotransmisor, ejerciendo una gran influencia sobre el sistema psiconervioso, por lo que frecuentemente se la denomina "hormona del humor". la serotonina se condiciona a la luz que recibe del organismo, lo que conlleva un aumento progresivo del bienestar y la felicidad con mayor estimulo sexual.

Los ácidos grasos Omega 3, que se encuentran principalmente en las nueces y el pescado, pueden ayudar a combatir la tristeza y los bajones anímicos y físicos, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard, los cuales descubrieron que las personas propensas a la depresión que aumentan la ingesta de este nutriente tienen unas expectativas vitales más optimistas y menos altibajos emocionales. Según el doctor Andrew Stoll, autor del estudio, los Omega 3 previenen los descensos de las hormonas que elevan el ánimo, como la dopamina.

La depresión también puede ser causada por alguna intolerancia alimenticia o ambiental. Según diferentes campos, así se tienen diferentes soluciones. Los médicos herboristas pueden prescribir diferentes hierbas que son seguras y sumamente efectivas. La homeopatía por su parte tiene una excelente foja de servicios en el tratamiento de la depresión, del mismo modo que la Medicina Tradicional China (incluyendo la acupuntura). Los ejercicios terapéuticos, como el yoga y el Qi Gong (una antigua forma china de hacer ejercicios suaves, similar al Tai Chi) son beneficiosos, ya que el movimiento aumenta la producción de las endorfinas, las sustancias químicas que nos hacen sentir bien.

Mundialización de la Tristeza
La tristeza, aunque se ve afectada por el poder adquisitivo, no es de la forma en la que suponía. Un estudio realizado en Bangladesh muestra que la gente se siente feliz al cultivar sus relaciones personales, al dedicarse a su familia, y al sentirse respetado e influyente en su propia comunidad. Los especialistas intentaban analizar con este trabajo de campo las razones por las que las ayudas al desarrollo suelen resultar fallidas en numerosas regiones deprimidas de nuestro planeta.

La mundialización de la tristeza es uno de las grandes paradojas de nuestro tiempo y, desde luego, uno de los negocios más lucrativos. En 1990, sólo en Estados Unidos, la depresión supuso un coste en torno a los 43 billones de dólares, entre directos, por los costes médicos del tratamiento, e indirectos, por el descenso en la productividad y absentismo...

By CienciaPopular.com

Referencias:
http://www.tuhomeandhealth.com/
http://www.dietasparaserfeliz.wanadoo.es/dietas/html/carticulos/20543_1.htm



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