Según un nuevo estudio, las personas adultas que sufrieron malos tratos en su infancia, tienen el doble de probabilidades de experimentar episodios depresivos múltiples y duraderos; en comparación, con quienes disfrutaron de una infancia feliz.
El equipo de los doctores Andrea Danese y Rudolf Uher, del King's College, en Londres, también ha descubierto que las personas que sufrieron malos tratos en su infancia, tienen menos probabilidades de mejorar del modo esperado ante los tratamientos farmacológicos y psicológicos que se utilizan habitualmente, para la depresión.
Las conclusiones de la investigación se basan en los resultados de un análisis combinado de los datos de 16 estudios epidemiológicos, con más de 20.000 participantes; y de 10 ensayos clínicos, con más de 3.000 participantes. La depresión, está entre los trastornos psiquiátricos más comunes en todo el mundo, con uno de cada diez niños expuestos a malos tratos; incluidos las distintas formas de negligencia y de abusos psicológicos, físicos o sexuales.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) prevé; que en 2020, la depresión será la segunda causa global de enfermedades en personas de todas las edades.
Investigaciones anteriores han demostrado que las personas que fueron maltratadas en su infancia, tienen más probabilidades de presentar anomalías en los sistemas biológicos sensibles al estrés psicológico (El cerebro, el sistema endocrino y el sistema inmunitario), tanto en la infancia como en la adultez.
El estudio, claramente indica que es en la infancia, cuando se comienza a formar las neuronas que actúan con el polo negativo del éter reflector como memoria (Del cuerpo físico etérico).
Y si durante la niñez, se reciben malos tratos físicos y psíquicos (Mentales y emocionales o astrales); en la
madurez, tales maltratos por estar memorizados como energía, de una u otra manera contaminarán todas nuestras relaciones sociales y expresiones astrales o emocionales y mentales, con posibles acciones depresivas o violentas. Por lo que modestamente se recomienda:
1.- Concientizarnos; que en éste Universo, donde todo es energía, lo que sembramos en vidas pasadas es lo que cosechamos como karma, en la presente encarnación. Y que no se puede cambiar lo hecho en pasadas encarnaciones; ni tampoco, los malos ratos vividos en la infancia de la presente encarnación; por lo que sólo podemos cambiar, lo que ahora estamos haciendo.
2.- Y si verdaderamente se quiere erradicar la actual depresiva y violenta condición por maltrato infantil, y mejorar la infancia de nuestras futuras reencarnaciones, necesariamente se debe:
3.1. Eliminar la causa, procurando ayudar personalmente; y no desde la comodidad de una cuenta bancaria, a los niños de nuestro sector, que acusen maltratos físicos y psicológicos. Y reparar, el posible maltrato físico o psíquico que hayamos causado a nuestros propios hijos, en su infancia.
3.2. Honestamente arrepentirnos de la lesión física o psíquica que le hayamos causado consciente o inconscientemente, a cualquier niño.
3.3. No volver a repetir nunca más el error, de lastimar física o psíquicamente a un infante.
3.4. Buscar la manera de amar a todos los niños; porque con ello estaríamos mejorando su condición y situación; a la vez que fundamentaríamos las bases de una mejor y amorosa sociedad, cuando nosotros debamos pasar por la vejez y depender de los líderes políticos o sociales quienes en otrora, fueron los niños a quienes ayudamos y amamos.
via: http://espiritualidad01.webcindario.com
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