Casi todas las personas aspiran a ser más espirituales. Y es que conocen los
beneficios de conectarse con esa dimensión intangible, que les ofrece la
posibilidad de vivir con serenidad e integridad, y de disfrutar del presente
sabiendo que el ser humano trasciende lo material y está vinculado a todo a
través del alma. Sin embargo, muchas piensan que porque viven atrapadas en
el "corre-corre" del trabajo, la familia y las obligaciones cotidianas no
tienen tiempo para nutrir y desarrollar este aspecto de su vida. ¿Eres tú
una de ellas?
Si es así, vamos a empezar por aclarar que la persona que cree que solo hay
un momento específico para ser espiritual ?cuando va a la iglesia, cuando
reza o cuando medita? está viendo esta importante capacidad humana desde una
perspectiva limitada. La realidad es que somos espirituales en todo momento:
cuando meditamos... y cuando esperamos en la fila del supermercado; cuando
rezamos antes de dormir... y cuando conducimos el auto al trabajo. Es una
cuestión de grado y de atención. En algunas ocasiones estás más conectada y
atenta a esta capacidad que en otras. Eso explica por qué puedes sentir un
amor ilimitado por la humanidad cuando rezas... y lanzar un furioso insulto
cuando un chofer agresivo embiste tu auto en la carretera.
Las buenas noticias: todo esto quiere decir que puedes hacer un esfuerzo
consciente por mantenerte conectada a tu lado espiritual en todo momento, y
recibir el regalo de paz y serenidad que este te ofrece. Por supuesto, nadie
lo consigue del todo. A fin de cuentas, somos humanos y vivimos, para citar
la canción de* Madonna*, en un mundo material, con sus miles de problemas y
exigencias que a veces nos sacan de onda. Es por eso que algunos nos
recuerdan que el plano espiritual no es un sitio al que llegamos para
siempre; es un camino que recorremos día a día, unos con más éxito que
otros. Lo importante es saber que ese plano siempre estará a nuestro alcance
y que podemos conectarnos a él para hallar el balance, la armonía y la paz
que necesitamos para vivir plenamente. La pregunta clave: ¿qué tan conectada
estás tú?
*MIDE TU COEFICIENTE ESPIRITUAL*
Esta prueba es adaptada del test creado por el siquiatra de la Universidad
de Washington *Robert Cloninger*, autor de *Feeling Good: The Science of
Wellbeing* (Sentirse bien: la ciencia del bienestar). Solo tienes que
contestar cierto o falso.
- A veces me siento tan conectada a las personas a mi alrededor, que es
como si no hubiera una separación entre nosotros.
- Me preocupo por salvar un animal o una planta en extinción.
- En ciertos momentos siento que soy parte de algo ilimitado y sin
fronteras en el tiempo y el espacio.
- Incluso después de pensar las cosas, tiendo a confiar más en mis
sentimientos que en mis razonamientos lógicos.
- En algunas ocasiones, cuando estoy observando algo completamente
ordinario, siento como si lo estuviera viendo por primera vez.
- Amo ver las flores retoñar en la primavera, tanto como ver a un buen
amigo.
- A veces me han dicho que parezco estar en otro mundo, porque estoy muy
desconectada de lo que ocurre a mi alrededor.
- Creo en los milagros.
- En ocasiones, cuando estoy relajada, tengo una epifanía; es como un *
flash* de conocimiento.
- Me fascina todo aquello que no puede ser explicado de forma científica.
Obviamente, mientras mayor es tu número de respuestas "cierto", más
conectada estás al plano espiritual. Pero si sientes que no estás todo lo
sincronizada que deseas a ese plano maravilloso, sigue estos consejos de los
expertos para abrir los canales del alma.
*REGLAS DE ORO PARA CONECTARTE AL MUNDO ESPIRITUAL*
Nadie puede señalarte el camino; este es algo personal y único, que solo
puedes recorrer tú. Pero puedes seguir ciertas prácticas que te hagan más
receptiva y sensible al mundo espiritual.